Antes de continuar dejemos en claro dos cosas: el aguacate es una fruta y hay diferentes tipos de banana que en español se llaman distinto y tienen otros usos a parte de la banana amarilla común que conocemos en todo el mundo.
Bien, continuemos. La gastronomía brasileña, no dista mucho de la dominicana. El arroz blanco es la base de los platos, las habichuelas son parte esencial y la carne, bueno no se puede vivir sin carne. Los desayunos suelen variar según el hogar y los gustos, los almuerzos suelen contener la misma base antes mencionada y la cena, bueno siempre habrá carne al menos que quieras algo más light como un sandwish de tuna o estés antojado de pastel, que para el resto de Latinoamérica es empanada.
Si a un dominicano o cualquier otro latino le dices que vas a hacer helado de aguacate, dulce de aguacate o batida de aguacate te verá con cara cara de pocos amigos. Claro, eso no sucede en Brasil donde es bastante común, en especial en el centro del país. Si a un brasileño le dices que vas a coger la banana, la vas a hervir y harás un mangú con salami frito y cebolla, te verá con cara de que si te volviste loco. Incluso aún cuando trates de explicarle que vas a usar un tipo de banana verde, que no es la dulce que suelen comer.
En algunos países con cierta influencia estadounidense, sueles encontrar desayunos típicos como pancakes, huevos revueltos, bacon, jugo de naranja, entre otros. En Brasil, al menos que vayas a un hotel será complicado encontrar esto, en especial los pancakes. Y aunque muchos quizás no se imaginan hacerlos sin Aunt Jemima, lo cierto es que la receta es muy fácil de copiar y realizar en cualquier país donde encuentres leche, huevos y harina. Ahora, no tengo idea de si aparecerán unos waffles… creo que ni siquiera son conocidos.
Si vas a hacer una comida típica dominicana en Brasil como es el mangú, primero debes encontrar el plátano verde, como lo conocen en otros países, y no es fácil ir a un supermercado y encontrarlo así no más. Tras unas horas de búsqueda, terminas aprendiendo que si preguntas por el plátano nadie te va a entender, pero si dices que quieres ‘banana terra’ probablemente encuentres algo muy parecido. Y digo parecido, porque puede darse el caso de que termine siendo una especie de guineo verde súper pequeño, en vez del plátano que conoces como base para el mangú dominicano. Claro que sabemos, que siempre puedes hacer mangú de guineos verdes.
No te extrañes si tus anfitriones te ven con cara de ansiedad y temor, es perfectamente normal, dado que temen a que el sabor del guineo amarillo realmente sea tan bueno combinado con salami. ¿A quién se le ocurre combinar ambas cosas? A nadie realmente, porque no estamos hablando del guineo normal, como ya expliqué anteriormente, pero ellos no terminan de captarlo.
Cuando me aventuré a viajar a este país que no conocía, a una ciudad que en mi vida había escuchado, una de las recomendaciones que me hicieron fue: «no tengas miedo, atreve a hacer cosas distintas, a probar cosas distintas». Así que me atreví a probar unaespecie de aguacate con leche condensada. La sensación no fue muy agradable la verdad, sin embargo, también probé el açaí (una fruta que aquí se la comen como una especie de yogurt) y el brigadeiro, un dulce con chocolate y leche condensada hecho por los dioses. Qué decir de las variedades de carnes y de cómo la preparan. Además de algunas otras salsas combinadas no sólo para la carne, sino también para el arroz. Increíblemente comer arroz blanco sin habichuela no ha sido tan frustrante para mi, que no soy fanática del arroz. De igual modo no puedo dejar de mencionar las coxinhas, una especie de croqueta rellena con una especie de queso muy específico y carne, el sonho un pan dulce relleno de crema que me recuerda mucho a la dona, y como su nombre lo dice, da mucho sueño.
El final de mi experimento, cocinarle a mi host family y amigos una comida típica dominicana, resultó exitoso. Quedaron complacidos con el sabor, impresionados hasta cierto punto, y hasta me pidieron la receta para intentar hacerlo después. Definitivamente una de las maravillas de cada país, ciudad o región, es su comida típica, y si viajas y no pruebas esas diferencias culinarias, te quedarás sin el 75% de la experiencia. No por nada la comida suele estar en el top 2 de cosas que extrañan los migrantes y turistas al estar lejos de casa.