Durante el primer semestre estuve llevando aproximadamente once materias de mi maestría de Periodismo Multimedia impartida por la UPV/EHU y el periódico El Correo, en Bilbao. Algunas asignaturas eran por sesiones, y una de seminarios de hora y media (cada seminario dado por alguien distinto). Esto significa que fueron muchos los profesores que pasaron por el aula a intentar enseñarnos algo.
Efecto Máster
Mis aventuras por el viejo mundo durante mis estudios de maestría en Bilbao, España (2011-2012).
Santurzi, Portugalete y el Cine
El siguiente fin de semana fue, según mis palabras del momento, excelente. Una escapada perfecta ante una semana realmente estresante.
El viernes por la noche estuvimos todos en casa, tranquilos, viendo series, escuchando música, pasando notas, en fin, un viernes por la noche para descansar. El sábado fuimos a un mitin de un partido político en horas de la mañana, estuvo tan interesante que me dormí a mitad de uno de los discursos que dieron. De ahí perdí por primera vez el metro, ese instante en que estás a punto de entrar y se te cierra la puerta en frente. Así que en vez de seguir a la manada a Deusto, me regresé a casa.
Bellas Artes y el arte de la política
El fin de semana siguiente pasó en tranquilidad, claro que 72 horas de intensas lluvias no eran como para salir a parte alguna. Así que básicamente me la pasé invernando. El sábado recibimos la visita de una dominicana del programa de becas del ministerio, con quien ya habíamos tenido contacto desde antes de llegar a Bilbao. El domingo algunos chicos del máster, denominándose a sí mismos como «los ruinas», vinieron a tratar de arreglar la cama de mi compañera que se había roto el viernes antes. Al final nos quedamos viendo el juego del Barça contra el Athletic (y que dolor sentí al saber que estaban a 5 paradas del metro).
«Nothing good happens after 2 am»
Estoy casi segura que quienes han escuchado esta frase se habrán sorprendido porque la utilice de título, y lo primero que se estarán preguntando es, y ¿qué rayos le pasó a Dahi? Para calmar sus corazones en adrenalina, nada pasó. O casi nada.
Debería remontarme a días anteriores…
La semana había sido realmente tranquila, de hecho algunas personas me preguntaron, y ¿qué ha pasado con tu diario? Pues nada, es que no he tenido mucho que contar. Luego del encuentro con Megrelis, tuvimos un día de fiesta el cual me la pasé de vaga, luego clases, unas más interesantes que otras, y entonces llegó el viernes.
Nikos Megrelis y el Halloween
Siempre he considerado que mi inglés está muy por debajo de la media. De hecho así era. Sin embargo en las situaciones en las que me he visto forzada a utilizarlo he podido sobrevivir y salir a flote. Aquella fue una de esas situaciones, donde a pesar de no estar plenamente obligada (dado que tenía traductor de por medio) sentía que era una especie de necesidad superar un poco eso de la barrera idiomática (además que nunca es igual con un interprete de por medio).
Julio, la farra y la gripe
El 28 de octubre del 2011 fue un día de emocionar. Estando tan lejos de casa como estaba, gracias a la tecnología había podido mantenerme al tanto de todo. Incluso enterándome de cosas que sucedían mucho antes que mis amigos allá.
La noticia fue trágica, tanto que el pique que tenía no me había dejado salir esa parte emotiva que ante hechos así me hacen llorar. Cuando vi el primer estado: «Julio está desaparecido desde ayer», lo primero que pensé fue: «va, seguro salió tarde de algún sitio y se le olvidó avisar». Pero luego a medida que pasaba el tiempo y más comentarios llegaban, la preocupación se hizo eco, y en menos de dos horas las redes sociales lloraban ante la noticia.
Irse de casa, estados de ánimo… Pintxo Potes
Nunca es fácil irse de casa. Recuerdo que cuando me mudé a Santiago, la primera semana me la pase llorando porque extrañaba a mi madre. Tenía 18 años y empezaba mi vida universitaria. Nada podía ser igual. Ni siquiera las amistades, pero algo que aprendí de esa experiencia es que a veces alejándote de quienes amas, logras conseguir tener una mejor relación, y digo esto porque luego de salir de casa de mis padres -a pesar de seguir siendo una mantenida- la relación con mi padre dio un giro de 180 grados, basándonos entonces en la comunicación, en el respeto por las ideas, en fin, que podría decir que mi padre es uno de mis mejores amigos. Todo porque me fui a estudiar lejos de casa.
Enrique Meneses y una gran inspiración
La siguiente nota la escribí un día como hoy hace ya 4 años. Grande Meneses.
He asistido a muchas charlas de personas importantes de los medios de comunicación. Personas que en su momento me han inspirado o simplemente me pregunto para qué rayos habré ido a escuchar tanta mierda.
Para mi clase de Producción de Contenidos (que en dominicano sería redacción) nos invitaron a una charla de un señor del que no había escuchado hablar en mi vida. Enrique Meneses se llama. Como estábamos dando entrevistas en mi grupo, nos hicieron averiguar un poco acerca de este caballero, para que hoy cuando fuéramos a la charla tuviéramos más o menos una idea de qué era lo que nos iba a decir. Confieso, quedé encanta.
La gente, Moyua, Guggenheim
25 de octubre 2011.
El domingo después de nuestra primera semana de clases del Máster de Periodismo Multimedia, fue tranquilo, casi aburrido… de no ser por un pequeño incidente con un amigo de uno de mis compañeros que casi entra en mi habitación por equivocación a eso de las 9:00 am (el pobre después estaba muerto de vergüenza y apenas si me miraba la cara…). Ese día aprovechamos para dar una señora limpieza a toda la casa, organizar la cocina, limpiar las ventanas, lavar las toallas…en fin. Luego de una insistencia por mi parte, salimos a caminar por el barrio y tomar algunas fotos.
Portugalete, bares, juventud
22 de octubre 2012
Nuestra primera juntadera con los compañeros de la maestría fue el primer jueves de nuestra primera semana de clases. A las 8 pm estábamos frente a la estación de Unamuno, Casco Viejo, esperando al grupo para entonces salir hacia los bares. Luego de esperar unos 15 o 20 minutos, nos dirigimos al primer bar, donde había «caña», cerveza de barril, a 2 x 1. Haciendo serrucho entre todos a cada uno le tocó 3 vasos de cerveza más tres vasos de coca cola (para aquellos que no tomábamos alcohol). Como eramos muchos terminamos sentándonos en aquel lugar hasta las 11 y pico, charlando, tomando y tirándonos fotos.