Nuestras últimas horas en Los Ángeles, pasaron sin pena ni gloria. Entregamos la habitación a las 11 como estaba estipulado, y tomamos un Uber para comer en In&Out, la cadena de hamburguesas del west coast. Nada muy allá la verdad. Mucho más barata que otras, pero con menos calidad. De aquí nos dirigimos al Union Station, yo esperaría hasta las seis de la tarde para tomar el tren y Juan tomaría el Uber para el aeropuerto.
west coast
El tapón en el westcoast
Como el autobús salía a las 11 a.m y teníamos que buscar un lugar donde desayunar, tratamos de no levantarnos muy tarde. Recogimos todo, arreglamos la casa, tratando de dejarla lo más parecida a como la encontramos, le dejamos una nota a nuestra anfitriona en un cuaderno de invitados, y luego de buscar en Google lugares donde desayunar, salimos con maletas en mano.
Y llegamos al otro lado
Salimos temprano del loft, dado que teníamos que estar en el aeropuerto a las 12:30 aproximadamente, pero teníamos que buscar un lugar donde comer. Así que decidimos llegar al aeropuerto con tiempo para sentarnos a almorzar tranquilos. Los vuelos locales son una maravilla, aparte de que obvias el chequeo de migración, todo se siente mucho más fluido y menos estresante. Como habíamos hecho el check-in online, sólo tuvimos que pasar las maletas por la correa (hubiéramos podido llevarlas de carry-on, pero por los artículos personales como jabón, shampoo y cremas era mejor pasarlas).