Todavía quedaban muchas cosas por ver de la ciudad, sin embargo después de desayunar y de camino a la parada del metro, terminamos parandonos en una tienda de Nike para comprar unos tenis para caminar. Todavía quedaba toda una semana por delante, y mi pie no lo iba a aguantar. Así que estuvimos de shopping por un rato. Como la tienda quedaba cerca del loft, volvimos a dejar las cajas y aproveché para cambiarme los zapatos. Entonces, ahí sí nos pusimos en camino hacia el segundo día. Llegamos primero al Willis Tower Sky Deck, el edificio más alto de los Estados Unidos, donde claramente nos esperaba una tremenda fila. Aunque duramos menos de lo que pensé, la verdad. En total fueron dos horas para comprar el ticket y entrar al ascensor que te lleva al último piso donde tienen un observatorio y los famosos paneles externos, donde sientes como si estuvieras caminando en el aire.