Parte del sueño de venir a Chile implicaba no sólo quedarme a vivir en las Torres del Paine, sino también ir al Festival de Viña del Mar. Lamentablemente llegué unas dos semanas más tarde para lo segundo, y a lo primero no pude llegar por falta de dinero. Sin embargo, cuando decidíamos qué hacer ese lunes antes de tomar el bus a Osorno, la opción de viajar a Valparaiso se hizo presente.