Salir de Bilbao siempre es una tentación, más si eso implica salir a conocer. Mis expectativas no estaban muy allá, por el hecho de llegar a una ciudad que francamente no me llamaba tanto la atención como otros sitios. Más aún porque no sabía a ciencia cierta hacia donde me dirigía. La distancia hace cosas cuando terminas quedándote en casa de una prima de la cual no te acuerdas.