Nota publicada el 26 de diciembre del 2011
Pasar el 24 de diciembre entre personas extrañas (en su mayoría), para una cena que terminó siendo una delicia, y una muy agradable compañía fue la mejor idea que se nos pudo ocurrir. Con la salvedad de que si vas a tomar un autobús a la 1:30 de la madrugada del siguiente día no te acuestes a las 8 de la mañana.
Empezar el tour fue toda una travesía. Se suponía que nos reuniríamos con un grupo de estudiantes en Paris, para 8 días de viajes intensos entre ciudades, museos y monumentos de una parte de Europa fuera de España. Pero para tomar un avión a las 4:40 de la tarde en Madrid, era necesario tomar un autobús a la 1:30 de la madrugada en Bilbao. Al pasar dos horas en la estación muertas de frío, finalmente nos montamos en la guagua, la cual tomó seis horas para dejarnos en el aeropuerto.
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