13 de marzo 2012.
Como saben, dejé de ser gente para ser esclava del master. Pasamos de 12 a 14 horas en las instalaciones, desde las nueve de la mañana hasta las nueve u once de la noche. Desde temprano tenemos clases, luego dos horas (o treinta minutos depende del día) para comer/avanzar trabajos, luego clases again. Excepto los miércoles y jueves donde somos empleados sin paga para medios sin público.
«Informativos Master El Correo», «Gaur» y «El descansillo» (o Bizkaia Gaztea, o el nombre con el que al final termine) son los tres medios que hasta el momento nos están absorbiendo el alma. Un programa de televisión, un informativo y un periódico. Pero de los tres, el que quizás nos deja sin aliento es el inombrable (porque ya es la segunda semana y todavía no tiene nombre fijo), el magazine. Buscar el tema, ver como se presentará en un video de tres minutos, pedir permisos, solicitar los equipos, salir a grabar, llegar, bolcar las imágenes, seleccionar los cortes, que si el audio no sirve, que si la computadora petó -se frizó-, que si no entienden premiere, que si no hay organización, que si a la profe no le gusta nada, que si dirección ta jodio y si dirección está jodio, todo está jodio.
Han habido grupos que han tenido que robarse horas de las demás clases para grabar entrevistas, porque no tenemos horas del día para hacerlo y esas cosas siempre dependen del tiempo de los entrevistados. Encima los directores del master nos pelean porque faltamos a redacción un día, no porque nos quedamos dormidos, sino porque salimos super temprano detrás de la jodia entrevista para otra materia.
Magazine se puede definir como el demonio en vida, seguido de Informativos. Con la diferencia de que Informativos solo nos jode durante 4 horas de locura (armar un noticiario en cuatro horas, creanme, es una odisea). Pero Magazine nos tiene presos miércoles, viernes (porque los jueves son de Gaur), sábado, domingo, lunes y martes.
Grabando, editando, haciendo guiones, armando secciones, para finalmente «transmitir en directo», sin oportunidad a fallar (porque si el presentador se pierde, tiene que seguir, no nos están viendo, pero es como si estuvieramos en vivo), para tener media hora para comer, ir a ver el informativo de la tarde para tener temas para grabar el nuestro.
Muchas son las personas que odian la materia. No porque no estén aprendiendo, sino por la presión y estrés que representa. Y aunque es una muestra de la vida real, en la vida real no hay que hacer un periódico entero, un programa entero, un noticiario entero y acudir a 7 clases más durante la semana. Además, en la vida real al menos te pagan.
¿Que si me gusta? Me encanta, el estres, el corre corre, la satisfacción de ver los vídeos exportados, de ver el periódico impreso, y saber que todo eso lo hicimos nosotros sin ayuda de profesionales ni técnicos especializados (excepto por Dani y Miguelon los profesores de la parte técnica). Que es raro salir a dar un paseo por la ría en la tarde, que los fines de semana sólo pensamos en dormir y en cómo sacar adelante el siguiente programa, que las clases de redacción aún siendo sumamente importantes están quedando un poco abandonadas y que literalmente ya no tenemos vida. Si, todo eso es verdad.
Pero aquí vinimos a eso. Ya tendremos las dos semanas de vacaciones para olvidarnos del master (en mi caso es un poco más difícil, porque estoy aquí para esto, además de que sólo me relaciono con personas de la clase), respirar aire puro y disfrutar de la bella primavera que viene acercandose. Al final estas experiencias no volverán a repetirse, y cada oportunidad hay que saber aprovecharla.