Algunas personas mientras más viejas se ponen, más cómodas se sienten consigo mismas. Con su cuerpo, las decisiones que toman y en general con todo. En ocasiones esto sucede porque con la edad vamos aprendiendo que no es necesario estar tan atentos a otros o a lo que los demás opinen. Sin embargo, puede suceder que si no te cuidas lo suficiente o si te descuidas demasiado, llegues a un punto donde tu cuerpo deje de ser un templo de paz y armonía, para convertirse en una tormenta.
Durante todos mis años de juventud solía estar muy cómoda con como me veía y me sentía. Pero por alguna razón, al llegar a los 30 empecé a andar en reversa. Es probable que algunas personas piensen: por supuesto, porque cuando empiezas a envejecer… pero en mi caso ni siquiera se trata de edad, solo ha sido una causalidad. Hoy estuve en una consulta médica realizando mis chequeos de rutina. Le comentaba a mi doctora lo incomoda que me he sentido con mi cuerpo en las últimas semanas porque he subido de peso (la primera vez que fui con ella pesaba 147 libras, hoy tengo 177… 30 libras más).
Ella me escuchó atenta y luego me hizo toda una explicación de cómo funciona el cuerpo y en conclusión una frase que me quedó grabada fue: «cada día más que vives es un día más cerca de la muerte». Podrá sonar un poco trágico, pero es una realidad. Además me explicó que a medida que uno envejece nuestro metabolismo se va poniendo más lento, por lo tanto es más complejo quemar las calorías que quemábamos. Por otro lado, la manera en cómo nos alimentamos va estrechamente relacionada a nuestras emociones.
Y la verdad es que gracias a mi ansiedad he sentido como mi manejo con la comida ha cambiado. No es que coma por aburrimiento ni nada por el estilo, pero influye mucho en la cantidad que consumo. Sin contar mi debilidad con las cosas dulces… Y seamos honestos, las cosas que probablemente me funcionaban hace cinco o diez años atrás, quizás no me funcionen ahora. Porque así es la vida, cambiamos todos los días, aunque no nos demos cuenta de eso. Entonces, ¿cómo puedo estar comoda conmigo misma? Ahora mismo mi respuesta más clara es rebajar de peso y mantenerme ejercitandome. ¿Será sufiente? Aún no lo sé, pero lo menos que debería hacer es el intento. Lo típico de que si algo no te gusta como está, lo ideal es cambiarlo. Me parece curioso que en un mismo mes, he tenido días en los que me gusta como me veo —aunque entiendo que podría verme mejor— y día en los que hasta dormir se me hace complejo porque no encuentro una posición en la que me sienta bien.
En algunas ocasiones es muy difícil y complejo. Cambiar hábitos o tratar de adaptarnos a nuevos, sobre todo cuando hay cierta inestabilidad de no estás ni aquí ni allá, o tu residencia cambia cada seis meses, etc. En España tenía una rutina ya elaborada con la que me sentía bien, además de que controlaba mejor mis alimentos, pero al regresar a República Dominicana, deje de trotar y hacer ejercicios se me hace más pesado, aun cuando me fuerzo casi todos los días a realizar al menos 40 minutos de actividad física con vídeos en Youtube. Pero la comida ha sido más compleja de controlar. Si a eso le sumamos todo el peso emocional de saber que estaré aquí de manera temporal, que debo regresar y que mi vida está en un vaivén por los próximos dos años… asshhh!!!
Pero como diría la entrenadora de yoga, Elena Malova: recuerda estar presente. Tratar de vivir el ahora y entender que el cuerpo que tenemos ahora, aunque quizás no nos guste es el que nos permite levantarnos, caminar y experimentar todo lo que vivimos día tras día. Que tomará un tiempo poder cambiarlo, pero que el proceso hay que disfrutarlo. Y algo que yo agregaría es que si no puedes por tí misma, busca ayuda. Claro que lo que le funciona a una persona, no necesariamente le funciona a la otra, porque a pesar de que tenemos los mismos órganos, somos entes distintos. Entonces, un profesional te podría guiar y probar contigo qué te puede funcionar. Al final, como en la vida esto se trata de prueba y error, pero sobretodo ser constantes… Ojalá en una próxima te pueda contar cómo logré bajar de pesa y sentirme mejor conmigo misma…