¿Qué hacer en el fin de semana? Difícil decisión esa cuando cuentas con tan pocos días para conocer un país de 8,515,767,049 km2 de superficie. Sin embargo, siempre es bueno contar con tu host para que te guíe. Así pues aprovechando un viaje que la familia había decidido hacer, nos fuimos a Rubinéia, un pequeño pueblo en Sao Paulo ubicado a la orilla del río Paraná, el cual recordarán de sus libros de historia y geografía, ¿no? Bueno, es el segundo río más largo del continente, después del Amazonas. So si, es un poco largo. Cruza Brasil, Paraguay y Argentina.
Escritos
Del hemisferio norte al sur
Cuando viajas, tienes la oportunidad de tener experiencias de primera mano que te ayudan a ver y conocer cómo son las cosas allí a donde vas. A veces, puedes viajar miles de millas lejos de casa, estar en un continente distinto e incluso en un hemisferio diferente para encontrarte con que todo es diferente. A veces, simplemente viajas tan lejos, para notar que todo es exactamente igual.
Al sur del sur
Cuando tenía 16 años me propuse que antes de morir debía ir al cono sur. De hecho mi viaje soñado siempre había sido hacer la ruta desde Brasil bajar por Uruguay, llegar a Argentina, cruzar la Patagonia, pasar por Chile y subir a Perú. O viceversa. Ciertamente es un viaje que cuesta dinero y tiempo, y que realmente no sé si logré realizar en algún momento de mi vida, sin embargo, hoy llegué a Brasil. El país de la samba, del carnaval, de la gente amable, de esos que te regalan un chocolate caliente cuando tratas de pagarles y no tienes el dinero en la moneda adecuada. Y no saben cómo agradecí el gesto, más después de haber tenido 24 horas de viaje.
Algo llamado hogar en Madrid
Salir de Bilbao siempre es una tentación, más si eso implica salir a conocer. Mis expectativas no estaban muy allá, por el hecho de llegar a una ciudad que francamente no me llamaba tanto la atención como otros sitios. Más aún porque no sabía a ciencia cierta hacia donde me dirigía. La distancia hace cosas cuando terminas quedándote en casa de una prima de la cual no te acuerdas.
Barcelona: Picasso, playa y Las Ramblas
Si te acuestas a las tres de la madrugada, luego de un día tan intenso como el anterior, no es de extrañar que quieras durar hasta el medio día en cama. Pero vamos, estábamos en Barcelona y cada minuto contaba. Así que tampoco sorprende mucho que un domingo a las 10 de la mañana ya estuviera despierta, aunque sin ganas de levantarme.
Barcelona: Rambla’s Home
Lo primero es que cuando pensé en ir a estudiar a España, el lugar ideal era Barcelona. De hecho había soñado con ir desde hacía mucho. Segundo, el único equipo de fútbol que actualmente sigo es el Barça. Así que cuando llegué a este país, una de mis metas era ir a la comunidad autónoma de Catalunya, y ver un partido en vivo.
So, cuando vi en la página oficial del FCB que las entradas para el juego de ese sábado estaban a 19 euros (súper baratas en comparación a otros) y que sería el mismo fin de semana que tenía pensado ir a conocer la ciudad, no lo dudé. Se lo comenté a par de compañeras con las que también habíamos planeado ir a ver algún partido, y en dos días armamos el viaje.
Tres historias, un fin de semana 1
El siguiente fin de semana podría decir que fue muy diferente a cualquier otro finde en Bilbao. Comenzando porque la mayor parte del tiempo estuve fuera de la ciudad.
Luego de una semana sumida en la depresión, recibí el viernes con la noticia de que estaría sola en casa durante dos noches y tres días seguidos. La idea que por un lado me agradó, por otro no parecía muy agradable. Sin embargo, no era la única del grupo que se quedaría en Bilbo. Aunque las elecciones estaban a la vuelta de la esquina y muchos volaron a sus pueblos a votar, habíamos unos cuantos gatos que nada teníamos que hacer.