Ya hace una semana que regresé a NYC. Contrario a otras ocasiones no solo vine a vacacionar, tumbar a mi prima de su cama y comer la comida de mi tia. Esta bien quise hacer algo distinto y aprovechar el viaje no solo para conocer, escribir y tomar fotos, sino también para aprender algo nuevo y perfeccionar el idioma. Realmente es poco tiempo para aprender algo bien, pero es mejor que nada.
Antes de tomar el avión mi vida se había vuelto un poco monotona, así que el cambio llegó justo en el momento adecuado. Llegué al JFK un viernes en la mañana cuando todavía se contaba 2014 en el calendario. La temperatura todavía no estaba tan fría y el sol afuera invitaba a salir. Mi primer día fue de reencuentros. Reencuentro con mi familia y reencuentro con mis mosqueteros (así nos hacemos llamar en nuestro grupo de whatsapp). It was nice. A los cinco minutos de estar con ellos era como si nunca nos hubiéramos separado.
El segundo día, sábado, fuimos al cine y a uno de mis lugares favoritos en el mundo: Central Park. Lo interesante de ir al cine en otra ciudad, otro país y con otra cultura, es ver las reacciones de las personas en al sala. O sea, vimos The Hobbit, y francamente si viste las demás y el Señor de los Anillos, esta última es un poco predecible. Pero fue bastante divertida la manera como las personas reaccionaban, mi vecina de al lado se sorprendía de cada cosa o exclamaba, y al final de una escena casi toda la escena aplaudió al hecho… hacía mucho que no escuchaba/veía tantas reacciones efusivas en un cine.
Mi tercer día, domingo, estuve en casa todo el día. El lunes empezaban las clases, así que para las 7:15 am ya estaba en el metro camino a la escuela. Por un momento me sentí como Hermione Granger, hice la fila de primero, tomé el examen de primero, terminé de primero y luego, cuando estuvimos en las charla de orientación y hacían preguntas, era la primera en contestar y la que contestaba casi todo. Había olvidado por un instante lo era ser la nerd de la clase. Ese día salimos temprano, así que caminé un buen rato por el Central Park y creo que eso fue lo que me provocó que la gripe terminara de agarrarme.
Al siguiente día conocí a mis compañeros de clase, realmente fue muy agradable regresar a un aula, más con la tecnología de ahora, donde se tiene pizarras inteligentes. Fue interesante y divertido, más que nada porque la metodología es distinta a lo que estaba acostumbrada en mi país. Definitivamente tenemos mucho que aprender de la manera de enseñar.
El miércoles fue el último día del año. So, había que despedirlo de una manera especial por lo que fui a desayunar a iHop con mi mejor amigo. Luego, claro, tocó ir a clases (si un 31 de diciembre), y entonces regresar a casa, porque las calles estaban locas, y las avenidas cerradas por el New Year’s Eve. Realmente recibir el 2015 no fue como lo esperaba, estuvimos en el hospital visitando a un primo que se enfermó, comimos McDonald’s, visitamos a un tio con una casa muy chula decorada para Navidad y regresamos a casa, nos pusimos pijamas y nos arropamos para ver la bola caer en Time Square. No fue una fiesta, pero no fue nada mal.
El primer día del 2015 estuvimos en casa hasta la tarde, fuimos a WallMark y luego cenamos en un lugar bastante agradable. Mi primera semana terminó con un viernes de clases, un paseo por el Brooklyn Bridge, una pizza en Little Italy y jugar en el Washington Square.
Todavía me quedan tres semanas por delante, pero me parece que es muy poco tiempo para todo lo que quiero hacer. Hoy he estado en casa viendo la nieve/lluvia caer y películas en Netflix. Y por alguna razón me siento como uno de esos personajes de las películas.