22 de octubre 2012
Nuestra primera juntadera con los compañeros de la maestría fue el primer jueves de nuestra primera semana de clases. A las 8 pm estábamos frente a la estación de Unamuno, Casco Viejo, esperando al grupo para entonces salir hacia los bares. Luego de esperar unos 15 o 20 minutos, nos dirigimos al primer bar, donde había «caña», cerveza de barril, a 2 x 1. Haciendo serrucho entre todos a cada uno le tocó 3 vasos de cerveza más tres vasos de coca cola (para aquellos que no tomábamos alcohol). Como eramos muchos terminamos sentándonos en aquel lugar hasta las 11 y pico, charlando, tomando y tirándonos fotos.
Un gran grupo se retiró a las 10:45 pm para aprovechar el metro antes que cerraran, pero otro grupo se quedó para seguir la «farra», fiesta que terminó a las 3:00 a.m. Con un recorrido por varios sitios incluyendo un lugar llamado «Tropical», que de tropical solo tenía el nombre. (Nota: esto último me lo contaron, dado que fui de las que se fueron a casa temprano).
Al siguiente día me entregaban mi celular desbloqueado con un nuevo número. Pero resulto que al final no estaba listo, y me prestaron un cacharro (de esos nokia de hace 5 años) hasta que el celular estuviera listo. Pero entonces al probarlo con el nuevo chip resultó que no funcionaba, al parecer no lo activaron bien en la compañía y entonces debí esperar hasta el siguiente lunes. Siendo la última clase de introducción, y teniendo los grupos asignados para las clases a partir del lunes, los muchachos estaban listos para una segunda juntadera a las 10:00 pm.
Sin embargo, gracias a la fiebre que me dio por causas inexplicables del clima, decidí quedarme home alone en casa. Pero sí les puedo decir que en España, los jóvenes parrandean como no tiene madre.
Resulta que primero van a un bar, toman caña, hablan M, y de ahí van a otro lugar, hacen juegos como «El Señor del 3», donde se dividen en dos equipos, los 3 y los 5, se tiran unos dados, cada vez que sale el 3, los de este equipo se tienen que dar un trago (cerveza o «calimocho»-vino con coca cola-), si sale el cinco los del equipo del cinco y si sale el 8 a la tercera vez todo el mundo tiene que decir: «MIERDA», darse un trago y el último que lo diga, se tiene que dar dos tragos.
De ahí pasan a otro sitio a bailar, y así se la pasan, de un lugar a otro, bares con rock, sitios para bailar, sitios extraños, etc… hasta las 6:30, 7… 8…9…a.m. Y esto es de lo más normal.
Ese sábado, me levanté más temprano que mis demás compañeros, mejor que ayer. Así que lavé la ropa sucia, fregué los trastes, barrí un poco, ordené, y a las 2 desperté a Franchy para irnos de compra a Portugalete.
Portugalete es una zona de Bilbao donde hay un Centro Comercial muy bonito, y venden a muy buen precio. Pero lo más interesante de este lugar es Primark, una especie de Jumbo o La Sirena, donde todo está por debajo del precio medio (súper barato). Tanto así que hay una mega fila que recorre casi la primera planta completa y 15 cajas de cobro. Aunque el Centro Comercial no se compara a los mall de New York, es lo suficientemente grande como para desde las 3:40 pm caminarlo completo, entrar a todas las tiendas, sentarse a comer comida árabe, pagar un euro por un sillón de masaje (¡Dios! ¡Qué masaje!) comerse un helado y hacer la fila del Primark todo esto hasta casi las 8:00 p.m.
Un día bastante productivo que termina con una noche de sábado en casa, viendo una película de Sandra Bullock en la televisión, y tomando chocolate caliente.