12 de octubre 2011.
El jet-lag es una vaina, más con el frío que hace. Así que levantarse temprano es un poco complicado. Así que, ya se podrán imaginar que cuando vi que eran las 12:30 del medio día me quede: WTF?! pero si… Así que nada, nos levantamos con toda tranquilidad (suerte que hoy no había mucho que hacer), y salimos a buscar nuestro destino de comida antes de tomar el tren a Santutxu.
Caminando por Casco Viejo, tomamos algunas fotos y nos encontramos con una pizzeria, donde un tremendo pedazo de pizza más una lata de Coca Cola te cuesta como 2.50 (bastante barato en comparación a lo que habíamos visto hasta ahora). Con la panza contenta y un clima nublado pero templado, tomamos el tren para ser recibidas en la siguiente parada por un señor bastante agradable y una pareja de ecuatorianos igual de agradables. Una hora y media duramos charlando con ellos, conociendo la zona, como funcionan las cosas, etc.
Luego, tomamos el siguiente tren en dirección a Deusto, donde teníamos cita con una compatriota, pero como llegamos muy temprano estuvimos turisteando, caminando por la zona, tomando fotos, viendo a Bob Esponja rodar hasta la calle (una pelota) y una señora recogerlo para darle tremendo boche a la madre de la dueña de la pelota (una niña de como 4 años) por permitir que la pelota rodara, no fuera a ser que la niña le cayera atrás y llegara hasta la calle (un acto muy inusual por parte de una señora si me permiten decirlo).
Un paseo lleno de arboles otoñales, a orillas de un río, con áreas de juegos de colores para los niños, personas paseando sus perros, parejas sentadas en los bancos tomados de las manos o besándose… todo un ambiente en romance, tranquilidad, pacífico…
Luego de esperar un buen rato nos reunimos con nuestra compatriota quien nos dio varios tips para sobrevivir en este país, así que desde que resolvamos los asuntos de papeleo, debemos ir de compras por ropa térmica, y sombrillas… porque sí, en invierno llueve mucho y hace mucho más frío.
Un día tranquilo y agradable, desde el norte.