Y al fin lo hice…
Desde siempre he sabido que una de mis principales vocaciones es la enseñanza. Quizás sea algo genético dado que tanto mi abuela como mi padre también fueron profesores en una época de sus vidas. Una de las razones por las que quise hacer mi maestría, era porque eso me permitiría dar clases más adelante en la universidad. Enseñar en el nivel superior siempre ha sido algo que quería hacer. Eso y escribir un libro, tener un programa de radio, trabajar en un periódico entre otras cosas.
Poco a poco he ido logrando todas esas cosas. Escribí para varios periódicos, tuve un programa de radio online por un tiempo, y ya escribí el libro (pronto estaré hablando de esa publicación). Y claro, ya tengo varios años dando clases en la universidad y ha sido de las experiencias más gratificantes que he vivido. Desde hace más de un año tenía la idea de salir un poco del aula de clases y compartir mis experiencias y las cosas que he aprendido a un nivel más público, dirigido al principio a otros docentes, pero a medida que iba desarrollando la idea se me ocurrió que debía ampliar más mi público meta.
Durante este período, actualmente llevo más de 116 días en cuarentena, he hecho de todo un poco: dormir, hacer yoga, editar mi libro, preparar clases, dar clases, ver series, ver k-dramas, ver anime, ver más series, alimentar a mi perra, sacar a la perra a hacer sus necesidades, limpiar, cocinar, dormir, leer, hacer yoga… esperen, ya eso lo dije. En fin, he hecho muchas cosas, pero una de las cosas que agradezco de este tiempo de encierro es que finalmente armé mi oficina (gracias a Ikea) y le di forma a este proyecto que ahora denomino Hecho Fuera del Aula.
Entiendo que cuando hablamos de educación, quizás estemos estancados en la idea de la “educación formal” que se da dentro de un salón de clases. Aún así, si hablamos de aprendizaje-enseñanza el concepto va más allá de lo que se imparte dentro del aula. Por ello el nombre de fuera del aula. Además de que ahora mismo, tomando en consideración la pandemia del covid-19, tenemos todo menos el salón de clases. Al final del día la educación se puede dar donde haya un estudiante dispuesto a aprender y donde haya un profesor con ganas de enseñar.
La idea es que esto no solo se trate de una profesora de universidad contando sus experiencias en las aulas, o recitando citas de personalidades famosas o importantes, no. Se trata de que podamos crear una comunidad donde pueda recibir el feedback de ustedes, los lectores, los oyentes y que a medida que esto crezca pueda seguir creando contenido de interés.
Yo estoy dando el primer paso, abriendo el espacio para que se cree el diálogo. Espero que no me dejen sola en el camino. Gracias por leerme, gracias por escuchar.