Ser extranjero en algunos lugares puede significar ser tratado como una celebridad. A pesar de que en algunos países los inmigrantes son vistos de mala manera y como si tuvieran lepra, existen ciudades donde sin importar de qué país seas, si eres extranjero, eres una celebridad. En especial si hablas un idioma distinto.
No es la primera vez que me veo como una extranjera en un país o ciudad, pero creo que es la primera vez que puedo entender a amigas como Tanya (mitad japonesa mitad indú, con quien compartí estudios de fotografía en Chavón) y Elsie (estadounidense que hizo un semestre en la universidad y con quien compartí una materia). El trato es significativamente distinto, como si todos hicieran lo posible para que la persona se sienta acogida, y en algunos casos terminas sintiendo como un animal extraño que está en exhibición.
Cuando las personas me ven soy una más del montón, pero eso cambia cuando empiezo a hablar con algún conocido en otro idioma. Al principio se quedan perplejos, sin estar muy seguros de si están escuchando bien o no, después se maravillan e intentan por algún medio comunicarse, ya sea un traductor amigo o la fascinación de poder practicar su inglés o español. Al principio empiezan tímidos, tratando de buscar las palabras dentro de su vocabulario, algunos se frustran cuando no las encuentran, y entonces acuden a la amiga cercana que les sirve de traductora.
La conversación suele iniciar con la acostumbrada presentación: «Ella es de República Dominicana, está haciendo un intercambio y trabaja en un proyecto social en Lar de Betânia. Habla inglés y español, pero si hablas despacio puede llegar a entenderte en portugués». Y entonces empiezan las preguntas de ¿a qué te dedicas?, ¿por qué elegiste Rio Preto? ¿es la primera vez que vienes a Brasil? ¿qué te ha parecido? Hace mucho calor, ¿el clima es así en tu país?
A medida que la conversación avanza pueden darse los siguientes casos como que te inciten a comer algo típico del lugar, que por ser extranjera, debes comer si o si. Tratan de invitarte algún trago, hasta que descubren que no bebes alcohol, por lo que desisten sin ningún tipo de presión. Increíblemente no insisten mucho con los sitios que tienes que conocer o a donde tienes que ir como turista, porque ni siquiera ellos mismos conocen mucho. Y es que viajar dentro Brasil es extremadamente caro y complicado. Así que se conforman con recomendar alguno que otro lugar dentro de la ciudad.
Lo más divertido de todo es cuando pasadas algunas horas, te preguntan si pueden tomarse una foto contigo. Tipo, «hey, no te conozco y probablemente nunca más te vuelva a ver en mi vida, pero al menos me quedaré con una foto prueba de que conocí a una extranjera». O que termines yendo a la fiesta de cumpleaños de personas que no conoces porque una de tus amigas va y no quiere dejarte sola, y termines en las fotos como parte del grupo, cuando sólo conoces a dos personas de todos los asistentes, sin incluir al cumpleañero. Ciertamente Lily (HIMYM) no estaría de acuerdo con ello, pero al parecer al brasileño no le importa tener caras extrañas en las fotos de sus buenos recuerdos. Imagino que en unos años más cuando Facebook les recuerde esas imágenes dirán: ¿quién era ella? Ah si, la dominicana que hablaba inglés. Era nice. O sencillamente se quedarán extrañados preguntándose: ¿quién era ella? y luego pasaran a otra foto y se olvidarán.
Claro, siempre están esas comparaciones entre los países, y la sorpresa de ver la cantidad de personas dispuestas a mudarse a tu país, por x o y razón, cuando allá todos están buscando emigrar a otro lugar.En especial cuando hablas con personas, probablemente más jóvenes que tú y les cuentas que gracias al gobierno dominicano, fuiste a estudiar a España, gratis. Cosa que a ellos les maravilla, dado que el gobierno brasileño no ofrece becas de estudio en el exterior y deben buscar otras alternativas como Fundación Carolina o la Beca Erasmus, y sin embargo en mi país se quejan de todas las deficiencias que hay en ese sentido.
Ser extranjera te convierte en celebridad, en una que dependiendo en como te comportes te hace ganar más amigos en Facebook, y por ende más contactos para un futuro. Después de todo nadie se ofende por sentirse halagado de vez en cuando.